La gallina Isa Brown, conocida también comúnmente como “gallina ponedora”, por el alto nivel de postura que caracteriza a esta raza. Tiene su origen en Europa, específicamente en Francia.

Es la preferida en la producción comercial, por ser una raza de alto rendimiento en la conversión de alimento, muy resistente y de tamaño compacto. El peso corporal del ave puede llegar hasta 2 kilos aproximadamente.

Puede llegar a poner hasta 300 huevos por año en las condiciones adecuadas, y el peso de estos huevos suele ser de 63 gramos en promedio.

Su plumaje es café rojizo y de corta extensión, sus patas de un amarillo claro y su cresta de color rojo intenso. La cáscara del huevo es de color marrón, pero puede aclararse un poco hacia un tono rosado dependiendo de las condiciones de alimentación y ambiente.

Por ser una línea desarrollada para la producción tanto de huevos como carne, son especies que difícilmente adquieren su estado de cloquez, que refiere al instinto de incubar y criar pollitos. Por lo general en la crianza de estas gallinas, se utiliza la incubación artificial o se utilizan a madres nodrizas que incuben sus huevos.

Son especies que resisten muy bien su crianza en baterías, pero han perdido parte de sus instintos naturales.

Sin embargo, en condiciones de libertad, su genética puede ir recuperando paulatinamente dichos instintos silvestres, sobretodo en nuevas generaciones.

Son especies muy dóciles y cercanas a sus amos, pudiendo incluso acariciarlas sin que huyan de sus dueños.

Muy receptivas hacia otras aves de corral, pueden compartir sin problemas su espacio con – por ejemplo – pavos, patos, gallinetas, etc. Sin embargo, poseen una reacción bastante defensiva hacia otros animales, como perros pequeños por ejemplo, a los cuales inicialmente intentan ahuyentar si se ven amenazadas.

En definitiva, es un ave muy amigable para crianza tanto comercial como doméstica, capaz de adaptarse a distintas condiciones de ambiente y de un rendimiento muy satisfactorio.