Las gallina del tipo Broiler, corresponden a una raza desarrollada especialmente para la producción de carne.

Si bien también son criados para producción de huevo, su principal objetivo es la carne, en atención a su rápido desarrollo y engorde. De hecho, el término inglés “broiler” refiere al conocido pollo asado o a la parrilla.

El peso comercial de los pollos broiler (entre 1,85 kilos y 2,85 kilos), se alcanza entre los 28 y 48 días, dependiendo de la alimentación y la condición genética, que contribuye a rápido crecimiento.

A pesar de que nos hemos referido a este tipo de gallina como “raza”, corresponde más bien a una línea genética creada para la producción industrial de carne.

Para la obtención de la raza broiler, se utiliza la cruza de razas diferencies, normalmente correspondientes a las razas White Plymouth Rock o New Hampshire como parte de las líneas madres, y también la raza White Cornish como línea padre.

Existen distintos colores en las especies Broiler, pero la línea más conocida de esta raza, mantiene tanto en el color de su plumaje como el de la cáscara de los huevos, al color blanco como color principal, con patas y pico de color amarillo claro y el color rojo pigmentando su cresta y cara.

Son bastante resistentes a la cría en baterías o en sectores reducidos de espacio. Son muy dóciles en libertad y se acostumbran fácilmente a sus dueños o criadores. Les pierden el temor con el tiempo y pueden adoptar un trato de mascota.

Las líneas rescatadas de baterías o plantas de engorde, pueden tener problemas para acostumbrarse en libertad en una primera generación, ya que a veces la robustez que adquieren en su madurez les dificulta el movimiento. Sin embargo dependerá de la genética de cada una, transmitiendo a sus pollitos los instintos naturales de quienes nacen en libertad.