La Gallina Araucana o Gallina Mapuche es una especie particular en el mundo de las aves de corral. Cuenta la historia que esta variedad fue criada por los indígenas del pueblo Mapuche de la zona centro sur de Chile mucho tiempo antes de la llegada de los españoles a América. De hecho, aún está abierto el debate en la comunidad científica respecto a la presencia y origen de las gallinas en este lugar del mundo antes de la colonización europea.

La Gallina Araucana procede de la Polinesia

Sin embargo, recientemente algunas investigaciones genéticas han demostrado que estos ejemplares provendrían desde la Polinesia y su llegada al continente estaría situada al menos cien años antes de la conquista española y la introducción de gallinas europeas.

En el año 2007 se produjo un hallazgo arqueológico clave para resolver esta controversia en el Complejo Cultural El Vergel, justamente al sur de Chile: se identificaron restos de gallinas a través de pruebas de radiocarbono estableciendo su procedencia en un periodo que va desde el 1304 al 1424 D.C. Además, las pruebas de ADN determinaron relación con ancestros polinesios de los ejemplares encontrados, en una investigación encabezada por Alice A. Storey, científica neozelandesa de la Universidad de Auckland.

Pero más allá de la controversia sobre el origen geográfico de este animal, lo que no está en discusión es que estos ejemplares fueron redescubiertos por colonos europeos en la Provincia de Arauco, al sur de Chile, y entre 1920 y 1930 fueron llevados a Estados Unidos y Europa. Y luego, a todos los rincones del mundo. Por eso, no es de extrañar que existan clubes de criadores de diferentes países de distintos continentes que se han especializado en esta raza de ave. También de criaderos que la comercializan con gran éxito.

Así la Gallina Mapuche, mejor conocida en Europa como “Mapuche Fowl”, surge -de acuerdo a varios estudios- a partir de la cruza de la gallina de raza Kollonca, especie que no tiene cola y la gallina de raza Ketro, que se caracteriza por tener «aretes» de piel cerca del canal del oído. De todos modos, los investigadores coinciden en que en la actualidad esta ave está fuertemente hibridada con otros tipos de gallina. Debido a esto, han surgido iniciativas que han establecido un estándar de raza para esta gallina, buscando preservar sus rasgos distintivos.

Pero ¿cómo puedes reconocerla? Lo primero que debes saber es que tiene plumaje abundante y suelto, generalmente con plumas que transitan entre el color negro, el azul y el blanco con manchas negras. Se le considera un ave de tamaño mediano y, por supuesto, no tiene cola. Los gallos adultos pueden llegar a pesar entre 2,5 a 2,7 kilos, mientras que las gallinas adultas entre 2 y 2,2 kilogramos. Las patas o tarsos suelen ser de color verde oliva, aunque en ejemplares donde predomina el color negro las patas pueden ser de tonos algo más oscuros. Tampoco tienen plumas en las patas. Cuando esto ocurre, es por la introducción e hibridación de especies provenientes desde Asia. 

Anualmente, un ejemplar puede llegar a poner entre 120 y 130 huevos con un peso promedio de 59,5 gramos.

Dadas sus características físicas, muchas veces son consideradas como una raza de gallina ornamental a pesar de sus aspectos productivos.

Los huevos azules de la Gallina Mapuche

Pero ¿qué hace tan especial a esta ave? Una de sus características más relevantes es el color azulado de sus huevos. De hecho, en el todo el mundo sólo la Gallina Mapuche y la Dongxiang de China, ponen huevos de este color. En 2013, un equipo de investigadores de la Escuela de Biología de la Universidad de Nottingham en Inglaterra realizó una exhaustiva secuencia genética de este animal y -entre otras cosas- determino que el tono azulado de los huevos se origina en un viejo retrovirus inofensivo que provoca acumulación de biliverdina, un pigmento que se impregna en la cáscara. Eso sí, el color varía de acuerdo a la frecuencia con que la gallina pone los huevos: si la gallina pone todos los días, el color será más tenue, pero si pone cada tres o cuatro días, el tono se volverá más intenso.

Eso no es todo. Además del llamativo color azul, los huevos de este tipo de gallina son ampliamente cotizados en el mundo gastronómico por sus deseadas características que los hacen únicos. La cáscara suele ser más resistente que la de un huevo normal y eso le da un mayor tiempo de conservación. Además, tienen la yema más grande que la de un huevo común y a menudo, se describe su sabor como «excelente, más suave y fibroso». Por lo mismo, muchos reposteros prefieren el huevo azul para la preparación de sus postres y pasteles. 

Así, en el año 2006 se reunieron investigadores y criadores chilenos en la ciudad de Chillán con el objetivo de homologar sus prácticas, fijar un estándar de raza y, finalmente, convertir los huevos azules de estas aves de corral en un «sello de calidad». En este seminario internacional, llamado «Revalorización y recuperación de la gallina del huevo azul», se estableció que no habría producción industrial. La idea, es preservar el sabor característico de este producto, originado en el estilo de vida libre que tienen las gallinas y sus hábitos alimenticios de carácter saludable.

Y en lo que respecta a su valor nutricional, los huevos de esta gallina tienen índices de colesterol más bajos que otros, y además contienen DHA, un ácido graso poliinsaturado que permite mantener el equilibrio de los niveles de grasa en la sangre humana.

¿Cuántos huevos puedo comer por la semana? Pues bien, al igual que los huevos normales, los nutricionistas recomiendan como máximo unos tres o cuatro.

Así, la Gallina Araucana se erige como una especie digna de conocer entre las aves de corral, tanto por sus particularidades físicas y su característico huevo azul, famoso en el mundo entero.

Aquí dejo además un video, con un reportaje muy bonito respecto a esta noble raza:

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